Se dice que hay tantas recetas de gazpacho como madres que lo hacen. Estoy de acuerdo.
La receta que comparto con vosotros hoy es la más generalizada, pero tengo que advertir que es flexible a gustos. Por ejemplo en casa no ponemos cebolla pues nos repite o nos da gases. El pimiento verde lo ponemos en menor cantidad que el rojo y sólo ponemos un diente mediano de ajo -por lo del olor a ajos-; el gazpacho que hacemos es suave de sabor y nos gusta con textura de crema, hay a quien le gusta más líquido para tomarlo bebido...
Por tanto, los ingredientes y las proporciones están completas. Una vez lo hagáis por primera vez, seguro que lo haréis vuestro con los cambios personales que incorporaréis.
Esta sopa fría se sirve con:
* tropezones de pan tostado, frito o
especial.
* trocitos pequeños de las hortalizas utilizadas.
* huevo duro troceado
Ingredientes
1kg tomates maduros
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 pepino mediano
trozo de pan del día anterior (100gr)
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharada de postre de comino molido
1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra
1/3 vaso de vinagre de jerez
sal
agua
Preparación
- Lavar bien todas las hortalizas. Yo las lavo como si se tratara de la vajilla pues hay que tener en cuenta que las comemos crudas.
- Si no tenéis batidora de vaso -no hay problema, mientras tengáis batidora de brazo- buscad una cazuela donde podáis triturar todos los ingredientes.
- Troceamos los ingredientes -los tomates que queden abajo, tienen más agua y ayudan a la máquina- y los ponemos todos a la vez menos la sal y el agua. El vinagre yo hago que se lo embeba el pan.
- Lo trituramos bien hasta que consigamos una textura de crema. Aquí es donde entra nuestra preferencia por una textura más o menos fina.
- Una vez triturado, corregimos de sal y añadimos agua al gusto. Volvemos a rectificar de sal, aceite, vinagre e incluso comino, hasta que quede a nuestro gusto.
- Lo ponemos a refrescar. Recordad que es una sopa fría.